sábado, 13 de junio de 2015

Vietnam: diario de viaje (V)

Me acabo de subir a una litera y no sé qué tal voy a poder escribir, ¿por dónde iba? A ver, souvenirs, mujeres albinas con gorros rojos, comida picante con arroz y palillos y niños bañándose... ah! un perro pidiendo comida con ojos tristes. 
 
Después de comer seguimos andando y Tsum nos metió en una casa y nos contó un poco la historia de la familia y otras como ellas. Lo que conseguí entender (y os recuerdo a los que leeis esto, que Tsum habla en un inglés que ha aprendido en el colegio y sobre todo con el trato con los turistas) es que había una etnia proveniente de China, que huyó de allí hace no sé cuantos años y que su modo de vida, sus costumbres y sus casas eran más avanzadas e higiénicas que las de los pueblos locales, por ejemplo sus casas tienen ventanas, casa que las otras no, tienen los baños en el exterior de la vivienda y duermen en hamacas sin tocar el suelo. 

En la casa en la que entramos nos llamó la atención que un padre con su hijo de unos dos años, estaban alimentando a un pájaro en libertad dándole sandía. Había una zona construida, un salón y varias habitaciones, además de una cocina, un baño separado varios metros de la casa y cubriéndolo todo, un techado de madera y bambú con suelo de cemento, acogedor, cómodo y fresquito. Nos invitaron a sentarnos junto a una mesa en el patio y Tsum nos ofreció un poco de un vino de arroz hecho por ellos que era un licor que no nos gustó a ninguno, a mi me recordó el sabor a la tierra, no sé, el regusto era similar a chupar arcilla del suelo... no triunfó mucho. 
Seguimos caminando y yo le pedí a Tsum que intentara que no nos atosigaran otra vez con souvenirs y al rato nos paramos en otra aldea y nos enseñó cosas tradicionales como un molino de agua con el que separaban el grano de la cáscara (sé que esto tiene un nombre en castellano que ahora no me sale). También nos enseño como las mujeres preparaban el cáñamo para producir hilos con los que generaban tejidos que luego teñían. Un trabajo exagerado. 
 
Nos explicó que en aquella sociedad el tema de los vestidos era muy importante, que estaba muy mal visto repetir vestimenta en ocasiones importantes y que procuraban tener siempre un vestido listo para estrenarlo en una ocasión especial, como por ejemplo una boda de un amigo o un funeral de un familiar y si no estrenaban vestido en esa ocasión entonces se consideraba que eras un mal amigo o un mal familiar. Puede parecer fácil cumplir con esta norma social hasta que te das cuenta de que hacer un vestido, generar el hilo, tejerlo, teñir las telas y bordarlo suele llevar alrededor de un año en total, da que pensar. 
No voy a contar mucho más del paseo, seguimos andando un buen rato, vimos casas y gente, hicimos fotos... anduvimos descalzos porque se nos mojaron las chanclas y acabamos llegando al final de la ruta tras unos 13km desde Sapa. Allí nos recogió un autobús (es decir, una Ford Transit) y nos subió al hotel. 

Tras la correspondiente ducha nos fuimos a ver el pueblo y estuvimos mirando las tiendas de Sapa. Resulta que en Vietnam y paises de alrededor se fabrican productos de marcas famosas y aquí hemos podido encontrar (y comprar) productos fabricados con los mismos materiales que los originales pero con acabados de peor calidad, yo por ejemplo pude regatear y conseguir unas New Balance de bonidos colores por 22$ incluidos unos calcetines que pedí para probarmelas porque mis zapatillas seguían mojadas. Gema encontró un pantalón Ternua muy chulo que creo que acabó costando 17$; esta mañana al mirarlo bien hemos visto que ponía que era de Guipuzkoa, luego he buscado en internet mientras desayunábamos y creo que esto sí que lo fabrican aquí. Oli acabó encontrando una mochila muy chula y que le va a ser muy útil en sus escapadas en moto de fin de semana. 

Fue un día largo en el que hemos vivido y sentido muchas cosas, algunas nuevas, todas diferentes, hemos aprendido, conocido, probado, visto, oído, regateado... terminamos cenando en el hotel y tomando unas cervezas y no fui capaz de escribir, como era mi intención, al llegar a la habitación porque me quedé dormido casi al instante. (Sapa - Primer día)

Hoy, tras unas cuantas merecidas horas de sueño, nos hemos levantado, hemos desayunado a tope y nos hemos ido a hacer otro treking. Al igual que ayer hoy hemos visto y conocido aldeas, visto colegios, cruzado ríos... no me quiero enrollar mucho pues también quiero invitar a los que me lean a venir por ellos mismos a descubrir lo que hay aquí, no obstante pondré muchas fotos y la ruta ya la he subido antes a Internet, os dejo aquí el enlace:


Sí quiero destacar que esta segunda ruta ha sido mucho menos turística que la primera, que es la que hace todo el mundo, y que a mi me ha parecido más genuina y más auténtica. También han sido unos 13km que hemos hecho sin prisa pero sin pausa y hemos llegado a tiempo para comer en el hotel. 
 
 
 
 
 
 
Después hemos vuelto a los regateos para llevar algunos regalos a la familia, mañana es el cumpleaños de mi hermano Arturo y le llevo un plumas que tiene muy buena pinta, espero que no le quede grande, y también llevamos algo para el padre de Gema, para su hermano Elías y para nosotros. La compra más gorda la hemos hecho en una tienda: tres plumas y unas zapatillas, todo de The North Face, en la que el regateo no ha sido fácil... me ha encantado una frase de la mujer de la tienda al ir a pagar: "Happy you, lucky me". Hemos pagado por todo poco más de 2.000.000 VND (unos 85€), una pasada. 

Hemos ganando tiempo (cerveza) hasta la hora de bajar a Lao Cai que es de donde sale el tren nocturno a Hanoi. La bajada, en la carretera, una locura. No sé cuántos adelantamientos "raros" por llamarlos de alguna manera hemos hecho, sí que recuerdo uno que, joder!, hemos vuelto a nuestro carril pocos metros antes de una curva justo en el momento en el que ha aparecido un camión subiendo de frente. Vaya tela. Para ir terminando, al bajar del autobús había un perro y una perra enganchados mirando cada uno en una dirección, tengo foto, me ha dado la risa y unas americanas que venían con nosotros en el autobús nos han preguntado que qué estaba pasando. Yo las oía y decían: ¿qué pasa?, ¿ese perro se ha sentado encima del otro?, !No entiendo qué pasa!. Y les hemos tenido que explicar que en los perros el sexo es así de chungo. Pocos segundos de placer y luego una eternidad enganchados y cada uno mirando en una dirección. También da que pensar. 
Tras varias cosas que no vienen al caso (hemos solucionado, creo, un problema de Oli con su tarjeta porque no podía sacar de los cajeros) hemos llegado al tren y en nuestro camarote nos ha tocado un señor de Singapur, Eric se llama, es un ingeniero naval e industrial que se ha pasado del sector naval a la gestión de proyectos de gasoil y petroquímicos. La verdad es que hay varias cosas que me han llamado la atención sobre lo que nos ha contado Eric sobre Singapur como que el primer idioma en los colegios es el inglés, que está prohibido comer chicle y también que a los que destacan o por su inteligencia o por su eficiencia / eficacia en su trabajo los llevan directamente al gobierno, un gobierno poco o nada corrupto en el que no caben los amiguismos. También me ha dado que pensar. 

Y poco más por hoy, aquí estoy en mi litera traqueteante digiriendo experiencias y viviendas para ti que me estás leyendo, seas quien seas, espero que estés disfrutando tanto como yo de nuestro viaje por Vietnam y espero poder volver a escribir dentro de poco sobre nuestro próximo destino: Ninh Binh. Ya es tarde y todos duermen "¿camarote?" así que yo apago ya. Buenas noches.

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