miércoles, 16 de julio de 2014

Expedición al Matterhorn 2014. ESCALAR SOBRE EL MEDITERRANEO

07/07/2014
"El séquito se quitó el saquito sequito."
Oigo gente paseando, bicicletas también. Es muy temprano y me duele la cabeza, tengo una resaca cojonuda, creo que me pasé con los gin tonics.

El lugar que habíamos elegido para dormir la noche anterior no era el mejor, desde luego, estábamos muy cerca de las casas y llamábamos bastante la atención así que recogimos todo y bajamos a L'Escala, a la playa, a desayunar en la primera terraza que encontramos abierta. Salió la camarera.

- "¿Qué queréis?"
- Uhmmm, queremos desayunar... - Dije, y como ya sabía lo que queríamos todos... - Tres cafés con leche,el mío con la leche fría... Y yo quiero unas tostadas con tomate. - Pensando que estando en Cataluña había que tomarse unas tostadas con tomate...
- No, tostadas no. - Dijo secamente la camarera - Si quieres te puedo hacer un bocadillo.

Yo quería tostadas, joder, con tomate coño, con tomate, que estoy en Cataluña y aquí lo del Tumaca se da mucho...

- Pero, a ver... - Empecé a decir, procurando calmarme. - Queremos desayunar, tenemos hambre, ¿qué tienes?
- Os puedo hacer unos bocadillos. - Volvió a decir
- ¡Que no! - Ya me estaba cabreando - ¿No tienes algo de bollería? Algo tendrás, no sé, unos cruasanes, unas palmeras... Lo de los bocatas casi mejor para la hora de comer, ¿no crees?

Total, que me acababa de poner de mala hostia... ¿Cómo era posible que un restaurante con terraza en pleno paseo marítimo sólo tuvieran para desayunar café y bocadillos?

La camarera dijo - Un momento, déjame mirar - Entró y salió a los dos minutos. - Tenemos Cruasanes.

Recuperé la compostura. - Bueno, eso ya es otra cosa - Dije. - A ver chavales, ¿queréis un cruasán? - Pregunté.

Si - Dijo Ricardo - Y yo también - siguió Borja - Pero el mío, por favor, a la plancha.

En ese momento la mujer frunció el ceño y dijo: ¿A la plancha? No, a la plancha no puede ser.

Mi paciencia llegó su límite, bueno, lo superó... ¡Lo que faltaba! Me puse de pie bruscamente y dije bien alto: ¡¡Me voy de este sitio!! ¿No tienes tostadas ni puedes hacer un cruasán a la plancha? ¡Vámonos de aquí! Hasta luego, buenos días.- Y me fui.

Ricardo y Borja me siguieron y al momento me dijeron que menudo cabreo me había cogido pero me dieron la razón... A 20 metros, en la terraza de enfrente, había un hombre colocando algo en las mesas.

- Hola, ¿Aquí podemos desayunar algo decente, no sé, tres cafés y unas tostadas con tomate o un cruasán a la plancha? - Le dije
- ¡Pues claro! - Contestó - Sentaos y decidme que queréis...

En fin, no fueron las mejores tostadas con tomate del mundo pero el café era cojonudo, estaba casi tan bueno como el que ponen en el Restaurante La Galana, en la carretera a la Plataforma de Gredos. Me alegré de haberme cambiado de sitio porque la gente indecisa acabó sentándose en nuestra terraza y no en la otra, y me alegro porque creo que si eres un cutre y no tienes algo tan básico para tus clientes lo que te mereces es que te vaya mal el negocio. Creo que es obvio.

Con un segundo café desaparecieron completamente tanto el cabreo como el dolor de cabeza y la resaca y nos fuimos en busca del acceso a la ruta que habíamos decidido escalar. Se trataba de una vía fácil, la vía "Escórpora", un V+ de 3 largos que según el corquis y las fotos que habíamos visto, comenzaba con una ttravesía de unos quince metros a derechas casi a nivel del mar. Hay varios croquis buenísimos que incluyen el accesso pero nos costó un poco encontrar el lugar donde había que dejar el coche, un fondo de saco en una urbanización desde donde se accede al acantilado por el que hay que bajar hasta el comienzo de la vía. Aunque se podía bajar destrepando sin demasiadas complicaciones usamos una cuerda estática atada a un árbol y bajamos rapelando hasta el comienzo.

No voy a describir la vía, esto no es una reseña es un diario de viaje, ha sido disfrutona y ha hecho sol pero sin un calor excesivo. Borja casi cae al agua tras chapar la segunda de la travesía (un pasito "divertido")ha volado y se ha quedado a poco más de un metro. Esta vía la quiero repetir con Gema, me ha encantado y espero que le guste a ella también si la hacemos...

Tras la escalada nos bajamos a la playa. Nos dimos un bañito rápido y después comimos muy bien los tres por menos de lo que cuesta un solo billete de los muchos teleféricos que hemos cogido estos días. Un café... Y carretera.

... Y aquí estoy, a la altura de Les Borges, salida 7 de la AP-2, acabando de escribir toda esta historia, historia que terminará felizmente en cuanto lleguemos cada uno a nuestras casas...

¡Que ganas!

Pd: llegamos todos a casa y seguimos con nuestras vidas.

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