sábado, 27 de abril de 2013

Cuba: diario de viaje (día 10)

-- 1 de abril de 2013 --
(Escribe Gema)

Por la mañana sonaron los despertadores y todo fueron quejas: que qué mal he dormido, que me han picado los mosquitos, que menuda resaca, que qué pesado el gallo… total que nos vestimos y nos fuimos a desayunar. El desayuno estaba riquísimo, sobre todo los huevos con jamón de Raúl y todos nos apuntamos la idea para cenar.
Raúl estaba hecho polvo y tenía ganas de comer algo grasiento para pasar la resaca, además teníamos que comprar crema solar. Fuimos a la tienda de Villa Azul pero no tenían, allí nos dijeron que podíamos preguntar en un edificio que parecía un pájaro, y allí nos fuimos. 

El edificio era horrible pero tenía un mercadillo de artesanía en el bajo. Nos dimos una vuelta y luego subimos a buscar la crema. La encontramos y costaba 23 CUC!! Ni en broma. Así que nos fuimos en dirección a la gasolinera que tenían tienda, allí tampoco. Una vez allí pensamos qué íbamos a hacer y decidimos comer algo, aunque eran las 12 de la mañana y luego fuimos a la playa. El bocadillo de queso y las pizzas estaban muy ricas. 

Primero paramos en Playa Prohibida, pero no nos gustó mucho y fuimos a buscar Playa Flamencos.
En Playa Flamenco encontramos un chiringuito de catamaranes y windsurf. Allí preguntamos por submarinismo y nos dijeron que allí no podíamos que ellos trabajaban para un resort… a lo tonto nos preguntaron si íbamos a pagar en efectivo, dijimos que sí y se lo pensaron. Nos pidieron 20 CUC a cada uno para ir a hacer snorkel en catamarán a la barrera de coral. Al final nos fuimos por 10 CUC cada uno. 
Llegamos muy rápido en el catamarán y nos pusimos las gafas y las aletas y al agua. Gema lo pasó un poco mal con las gafas, porque se empañaban, Alex nos dio un truco y era frotarlas con algas. No funcionó y después de un rato nadando vino hacia Gema y se intercambiaron las gafas.
Seguimos buceando y Alex, que iba con un pincho pescó una langosta y el otro chico que venía sacó un pez loro. Entre tanto nos avisaron de ir a ver algo que estaba en el fondo: un tiburón gato!! Estaba acostado en el fondo y Alex y el otro chico le chincharon un poco para que saliera nadando. Fue impresionante.
Seguimos otro rato buceando y de repente: otro tiburón! Raúl consiguió hacerle unas fotos.
Después volvimos al catamarán y de vuelta a la playa. Después del buceo nos fuimos a tomar unas cerezas. Allí coincidimos con los alemanes y les contamos lo del tiburón y les enseñamos las fotos. (nota: a ninguno de los cuatro nos pareció bien el trato de Alex y del otro chico hacia los animales del arrecife, íbamos de paseo a ver peces y corales y no de caza y sin embargoAlex y el otro chico se volvieron con una langosta enorme con la que sacarían un buen dinero y otro pez bien grande con el que podrían haber cenado varias personas... Por suerte a ninguno de los tiburones, pese a que les chincharon con un palo, no les hicieron daño.)
Al terminar la cerveza nos fuimos un rato a la playa. Como se aproximaban nubes decidimos no bañarnos e irnos a dar un paseo por la playa. De repente, nos acordamos de los snorkels, nos los habíamos dejado en el chiringuito donde los catamaranes. Por suerte allí estaban y los recuperamos. 

Como no había mucho más que hacer nos fuimos a duchar y cenar. Efectivamente, los huevos fritos estaban buenísimos, qué sabor tan bueno. Raúl repitió sus espagueti. Hoy nos fuimos pronto a dormir.

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